MI AZABACHITO KEKO, Y OTRAS PIEDRAS PRECIOSAS

Hoy me apetece contar la historia de mi pequeño Keko. Fué algo inesperado con el  mejor resultado y lo más bonito que me ha dado la vida. Hace  ya 4 años, y con dos perritas  y dos gatas en casa, y sin que ni se me hubiera pasado por la cabeza tener otro perro más, me dió por escribir en google estas mágicas palabras «regalo perro pequeño», y al primer pìnchazo de ratón, apareció en adopción una piltrafilla sucia negra peluda, llena de rastas,  de la que no pude apartar la vista…le dije a mi marido, mira que cosita, «¡¡¡ yo lo quiero¡¡¡»…. y dijo.. tú misma…jjejje…así que , fui yo misma, y después de meditarlo los dos unos minutos y aun siendo las 12 de la noche, me puse en marcha, escribí un e-mail y me acosté soñando con el pequeño César, que así se llamaba, y emocionada pensando nombre para ponerle al que,  casi seguro, sería mi  nuevo hijo perruno. Me había enamorado 😉

A la mañana siguiente, lo primero al levantarme y ver que aún no tenía respuesta, fue llamar al teléfono de contacto implorando que quería al perrito, que lo quería para mí, que no se lo dieran a nadie….la chica, Lety, me dijo que primero tenia que rellenar un cuestionario de adopción y «aprobarlo», claro ….yo  desconocía que  había miles de abandonados,  yo nunca había tenido contacto con este mundillo, del que por cierto ya no puedo salir.

……Sobre mis dos perritas, madre e hija, a la mami la regalaban en un periódico con 6 añitos, ya no la querían tener más. Fui a por ella con una ilusión enorme, mi primer perro,  el sueño de mi vida, ¡¡¡tener un perro¡¡  ¡¡un yorky¡¡, la raza que más me gustaba, Belle, buena, preciosa, dulce…..y mi familia y amigos querían uno como ella, así que al poquito la crucé, el gran error de mi vida, pero al menos todos ya tenian dueño antes de nacer y ahora los veo, y  son felices y amados, aunque esto no me consuela. Es algo que nunca debí hacer y es el mayor arrepentimiento de mi vida. Y me quedé con una cria, claro, Zara. Después castré a ambas por supuesto.

…… Y  entonces, unos 6 años después de que me dieran a Belle, aprobé mi cuestionario de adopción de César y al día siguiente, grandioso martes 13, me trajeron a César, ya Keko, a casa.  Keko resultó ser un pequeño abandonado de unos 2 añitos,  recogido vagando por  la calle y llevado a la perrera, donde injustamente, como muchos otros, iba a ser asesinado. Venía rapadito de sus rastas, con su «cascarón» al cuello para no tocarse los puntitos de la castración, con tanto miedo en su pequeño cuerpecito, que iba arrastrandose, al mínimo ruido se paraba, se aplastaba contra el suelo,  al acercarte, se tumbaba sumiso panzarriba, esperando posiblemente recibir golpes… mi niño, tan indefenso.., nadie supo apreciar todo el amor que desprendía desde su  perfecto cuerpo mestizo.

4 años después,  aunque creo que aún tiene grabados esos feos recuerdos de su infancia, mi Kekito es muy feliz,  ( yo más), vive contento con sus hermanitas de juegos, es un ser adorable, buenisimo en todos los aspectos, y tan dulce que no me imagino que me falte algún día. Con mucho gusto pagué la cuota de adopción, que era ínfima, comparado con que le estaba salvando la vida y con todo lo que me está dando. Keko me abrió las puertas al maravilloso y gratificante mundo de la adopción,  y me hizo concienciarme de muchas cosas importantes que todo el mundo debería saber. Keko no merecía el destino que alguien le quiso dar. Él es un ser maravilloso, que me aporta tranquilidad cuando le miro cómo camina sutilmente tintineando en el suelo con sus dulces patitas de chocolate, con su porte mestizo, sus ojitos de azabache puro y sus tiesas orejotas…mi mulatito precioso. Se me saltan las lágrimas cuando le pienso, cuando le miro… nos tiene enamorados.

Hace casi tres años, y tras la muerte de mi preciosa Belle, no tardé ni un mes en adoptar a Mady, rescatada de otra perrera, otro ángel mestizo vestida de algodones blancos, mi peluche de nieve, inteligente, amorosa, entiende cada gesto, cada palabra….cómo vivir ya sin ella?? sin ellos?  Imposible. Tod@s son estupendos, no sé si es casualidad, soy yo, o son ellos, jejeej, pero son muy buenos. Quiero a Zara con locura, pero  salvar la vida de Keko y Mady, los hace especiales….. es algo indescriptible que hay que probar, son mi vida, mi corazón, mi todo.., son parte de mí, son yo, ….yo misma…como dijo mi marido, y aún lo dice ( que peligro)… tú misma… que el día menos pensado voy a por el cuarto.

Adoptar es lo más gratificante que he hecho en mi vida. No encuentro excusas para no hacerlo, solo miles de motivos para hacerlo una y otra vez.

ADOPTA Y SALVA  TODAS LAS VIDAS QUE PUEDAS. NUNCA DEJARÁN DE AGRADECÉRTELO. No hay excusas de espacio, tú  con 80 kilos vivies en 60 metros, ellos también pueden; tú sin ser marqués, tienes quien te quiera, ellos no necesitan raza para ser amados; tú, sin perro, no eres nada, ellos  te dan la vida. Solo necesitas un perro para ser feliz… o mejor 3 o 4, jejejjeje

Publicado en adoptante.